La diamagnetoterapia debe su nombre a los mecanismos de repulsión generados en los tejidos biológicos sometidos a la fuerza de un campo magnético a muy alta intensidad. Esta terapia permite activar mecanismos específicos de acción celular e inducir respuestas fisiológicas positivas en numerosas patologías del sistema músculo esquelético y tejido nervioso, reduciendo sensiblemente los tiempos de hospitalización y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Los tratamientos de diamagnetoterapia se realizan tanto en la preparación pre-quirúrgica como en rehabilitación post-quirúrgica. También están indicados para la terapia del dolor y constituyen un instrumento indispensable en la prevención y cura de patologías reumáticas.
La diamagnetoterapia, también conocida como terapia ADM (aceleración diamagnético molecular) permite realizar curas farmacológicas tanto en zonas localizadas como extendidas, con estratificación de los principios activos sin utilizar agujas ni corrientes eléctricas, en ausencia total de dolor.
La física de los campos magnéticos de alta intensidad hiper pulsados representa la base tecnológica de la diamagnetoterapia.
El campo magnético generado por la Bomba Diamagnética CTU-Mega20, con una intensidad de 2 Tesla, hace visible el efecto diamagnético, es decir, la repulsión de las sustancias que tienen propiedades diamagnéticas como el agua presente en el interior de los tejidos biológicos.
Este mecanismo ejerce una influencia directa sobre la matriz extracelular y la bioquímica intracelular, interviniendo particularmente en la reparación de los tejidos, en la reabsorción de los edemas, en la aceleración de los procesos metabólicos celulares, por lo tanto, en su capacidad regenerativa.